Ansiedad felina: todo lo que debes saber para combatirla

Los cuadros de ansiedad y estrés son bastante comunes en mascotas que son expuestos a cambios muy radicales en su rutina o que viven constantes situaciones de estrés.
A pesar de que los gatos son percibidos como una especie independiente o incluso indiferente, muchos felinos exteriorizan los problemas de distintas formas que son representados en síntomas físicos o conductuales.
En el presente artículo, te informaremos sobre la ansiedad felina y te ayudaremos a identificar sus síntomas y además te indicaremos cuáles son las formas más efectivas de reducirlo.

Factores influyentes

Son variados son factores que podrían desencadenar un cuadro severo de ansiedad y estrés en un felino. Todo depende de la predisposición de cada peludo a desarrollar el desorden y lo que lo provoque, así como también su entorno social, físico y ambiental.

  • Carencia de espacio: la falta de lugares amplios en los que el minino pueda trepar o corretear podría desencadenar un cuadro de ansiedad.
  • Falta de sitios para que el gato pueda pasar tiempo solo: los felinos son animales muy independientes, por lo que es normal que an algún momento del día, el peludo necesite de un tiempo para él mismo. El no poder aislarse un poco podría agobiarlo.
  • Mudanzas o cambios en el entorno familiar: cualquier cambio en su entorno podría provocarle estrés.
  • Monotonía: los gatos son una especie curiosa por naturaleza, por lo que un entorno aburrido puede ser más peligroso de lo que se creería.
  • Conflictos con otros animales por el territorio: si un gato convive con algún perro, o incluso, otro felino, y no está acostumbrado a ello, es probable que se desaten episodios de agresividad y con esto, malestar físico y mental
  • Maltrato o manipulación excesiva: es completamente normal que un gato maltratado y que recibe demasiados castigos desarrolle este trastorno. Asimismo, la manipulación excesiva -en su mayoría por parte de niños- influye en el malestar del peludito.

Síntomas de ansiedad y cómo identificarla

Hay diversos síntomas que pueden ayudarte a identificar si tu peludito sufre de ansiedad felina. El más claro de ellos es el cambio de actitud. La irritabilidad es un indicador de que algo anda mal con el minino, al igual que un estado de alerta más grande.
Los cambios en la postura también se desprenden de lo irritable del gato: la caminata con la cabeza muy baja y prácticamente arrastras por el suelo con la cola pegada.
A su vez, el hacer sus necesidades fuera de su caja de arena es una señal propia de un trastorno de ansiedad. A esto se le conoce como «marcaje de orina.»
La caída del pelaje, ya sea por su cuenta o por aumento de acicalamiento es otro síntoma. En ocasiones esto podría generarle heridas muy graves al pelaje del gato. Se le considera un trastorno obsesivo-compulsivo.

Por otra parte, los problemas de alimentación son lo más común, si tu minino los presenta debes acudir al veterinario de inmediato, pues podría transformarse en deshidratación.
Finalmente, un gato con ansiedad, podría presentar hiperestesia felina. En este desorden el felino tiene contracciones en la musculatura del dorso con severos espasmos.
Las respuestas psicosomáticas de los gatos ansiosos, muchas veces tienden a ser el asma bronquial, la cistitis y la colitis, además de que se vuelven más propensos a infecciones.

Otras características del desorden de ansiedad felina

  • Pérdida de interés por los juegos y otros estímulos.
  • Pupilas dilatadas.
  • Aislamiento total.

Tratamiento

Lo primordial para tratar un cuadro de ansiedad felina y estrés es identificar lo que lo ha causado. Se debe descartar que los síntomas no sean por alguna enfermedad o dolencia física, por lo que te recomendamos llevarlo al veterinario antes. Una vez lo hayas descartado y hayas reconocido el factor que ha influído a desencadenar el trastorno, debes comenzar con el tratamiento.

  • Adecuar el hogar: si tu gato convive con tus otras mascotas, procura que el minino tenga su espacio con respecto a sus platos de comida, agua y caja de arena. Si es necesario, separa a tu felino con ansiedad de los demás, al menos mientras vuelve a su comportamiento normal.
  •  Si el problema ha iniciado por causa de otras personas en tu casa, índicales que sus actitudes perturban al minino.
  •  Relájalo: las caricias y masajes en algún lugar tranquilo son ideales para bajar los niveles de ansiedad. La aromaterapia también podría funcionarles, masajéalo con aceites y esencias de lavanda o menta.
  •  Intenta usar preparados con feromonas: en el mercado existen diversos preparados que pueden ayudar a calmar a tu gatito gracias a sus olores.

Recuerda que debes cambiar o eliminar cualquier cosa que represente un factor estresante en la vida de tu gato para prevenir que esté perturbado o agobiado. Adapta su entorno de forma que esté más cómodo, ten en cuenta su carácter al buscar métodos para ayudarlo y nunca olvides que sus necesidades van más allá de lo físico, pues el factor emocional es igual de importante.
Al darle atención y cariño, los problemas de ansiedad felina serán cosa del pasado.